Haciendo De La Serie X100 Una Parte De Mi Vida

Justo antes que nuestro mundo cambiara por completo, Fujifilm anunció al mercado una de sus más esperadas cámaras, la X100V. Fuera de toda broma, hubo muchísima especulación alrededor de la quinta generación de la serie X100, y algunas personas hablaban de ciertas características sin mucho sentido, y otras mostraban unos diseños bastante extraños. Por fortuna, Fuji mantuvo su diseño clásico, y decidió complacernos con uno de las cámaras más increíbles jamás fabricadas.

 

Sí, estamos seguros que ustedes ya han visto un sinfín de reseñas han leído suficientes cosas sobre las entrañas de esta cámara. Por eso, hemos decidido compartir con ustedes un punto de vista muy particular y personal acerca de la experiencia que esta cámara en específico ha significado en mi vida cotidiana más allá del mundo de la fotografía en general.

 

El Coqueteo

 

No me considero en ningún momento un pionero en el uso del sistema X100, pero sí recuerdo haberme sentido inmensamente atraído por la apariencia tan peculiar de esta cámara. Recuerdo haber estado esperando a que mi papá terminara algunos mandados en una empresa de correos en mi país cuando me encontré con un catálogo de equipo fotográfico profesional entre un montón de revistas viejas en la sala de estar de aquella sucursal. Estoy seguro que la dependiente del local vio mis ojos entusiasmados mientras veía aquellas páginas porque me dijo que podía llevarme el catálogo si quería. Obvio, no me negué.

 

Gracias a ese pequeño folleto, tuve mi primer encuentro con marcas de cámaras que no fueran las japonesas que comienzan con C y N que no voy a mencionar. Además de una amplia selección de lentes y equipo fotográfico en general. Y en una pequeña esquina, en una humilde sección de una sola página, ahí se encontraba la Fujifilm "FinePix X100". Por fortuna le quitaron ese nombre luego de unos meses, y se quedaron solamente con "X100", el cual le acompaña hasta este día.

 

Para esos días, yo tenía una cámara grande DSLR, tal y como cualquier otro fotógrafo profesional. Pero algo en mi mente me molestaba, y me recordaba aquella hermosa cámara pequeña que había visto en el catálogo aquel. Fue hasta el 2014, cuando Fujifilm lanzó su tercera generación de estas cámaras (la X100T) que pude por fin hacerme de una de estas joyas. Fue ahí cuando cambié al formato pequeño y compacto, y no me he arrepentido en ningún momento.

 

La Experiencia que Cambió mi Fotografía y mi Vida para Siempre

 

No les voy a mentir, y es que luego de 5 años de trabajar con una cámara DSLR, hacer el cambio hacia una cámara "tan limitada" fue una decisión que me puso un tanto nervioso. Y créanme, muchos colegas fotógrafos fueron bastante dramáticos acerca de aquel cambio. Después de todo, estaba renunciado a toda posibilidad óptica para quedarme sólo con un lente fijo que era equivalente a un 35mm f/2, para siempre.

 

Fue en el año 2009 cuando comencé a involucrarme de manera seria con la fotografía, y salvo fotografía macro y desnudos (o boudoir como le dicen algunos), yo hice de todo con mi cámara. Bodas, retratos, maternidad, stock, eventos sociales, lo que se les ocurra. Siempre me gustó el acercamiento o el modo de trabajo que tenía el fotoperiodismo y la fotografía documental, especialmente para los eventos; pero realmente lo que en esa época me hacía sentir pleno, era la fotografía de calle y nada más. Y ahora, gracias a esta cámara, era posible hacer fotografías de calle todos los días.

 

Mas allá del conveniente tamaño portatil de la X100T, y su ágil ergonomía, lo que realmente influyó en mi fotografía fue la presencia del color. Desde que inicié en la fotografía, había tratado de copiar o simular un tipo de color en específico, y nunca lo había logrado. Sabía que era un color "análogo", pero no tenía muy claro que rollo lo producía, o por qué. Y fue hasta tener esta cámara en mis manos que lo descubrí.

 

Resulta que las cámaras de Fujifilm vienen con una serie de perfiles instalados en la cámara que le permiten al sensor simular una serie de películas análogas al momento de disparar. Ningún archivo preestablecido puede competir contra esa capacidad nativa de las cámaras de Fujifilm, y casualmente, había un perfil que reproducía exactamente el color como yo tanto lo había añorado. Este color sucedía gracias a una simulación (bastante fidedigna) de las transparencias Kodachrome 64, y ésta lo producía de manera nativa sin tener que intervenir la imagen posteriormente.

 

A partir de esta posibilidad técnica, mi fotografía de calle y documental comenzó a cambiar para siempre, y ya no estaba produciendo sólo fotografías en blanco y negro. Por fin, comenzaba a sentirme cómodo con más y más de mis fotografías de calle a color.

 

Haciendo Más Discreto lo Inconspicuo

 

A pesar de estar muy bien construida, su tamaño me ponía un poco nervioso al principio. Eso hizo que me viera en la necesidad de proteger mi cámara, pero manteniendo la practicidad de la misma; es decir, una protección que fuera funcional. Necesitaba algo que fuera fácil de transportar y rápido para utilizar. Comencé así a buscar soluciones y me encontré con unos estuches de cuero que se veían muy bien y que además que me recordaban a la funda de cámara vintage en la que venía mi SLR de rollo. Los estuches se veían increíbles, pero lastimosamente se salían de mi presupuesto recién golpeado por la cámara X100T. Gracias a Amazon (por supuesto), encontré a MegaGear, y después de una moderada revisión de los comentarios, me decidí por el estuche en cuestión.

 

Este tipo de fundas permiten desarticular una de las mitades, haciendo que la cámara sea utilizable mientras queda aún protegida por la otra mitad. Esto, para un fotógrafo de calle es fundamental si se quiere evitar perder alguna escena. Esto es algo que me pasaba muy seguido con mi DSLR mientras viajaba, conducía o comía en algún lugar por tenerla dentro de su estuche (fuera bolsa pequeña o bolsón, no importa). Las fundas de cuero como estas te hacen sentir cómodo porque protegen la cámara, y te permiten reaccionar de mejor manera ante las escenas en la calle o cualquier lugar moderadamente público. Otra gran característica, es que ofrecen un poco de agarre adicional, algo que sí debo reconocer que se pierde al cambiar una DSLR a la X100, sin importar su versión.

 

En ese momento, no estaba considerando comprar otra correa para la cámara; pero la que vino con mi estuche negro me hizo realizar algo muy importante, especialmente al hablar de fotografía de calle. Cualquier cosa que se pueda hacer para que la cámara sea lo menos atractiva posible, permitirá obtener mejores fotos, más cercanas y más naturales.

 

Esto además me hizo mucho sentido al recordar como se dice que Walker Evans pintando su cámara Leica de negro para ésta fuera lo menos intrusiva posible mientras tomaba fotos en el metro de Nueva York. ¿Qué llama más la atención que una gran marca con una correa de cámara? Mi cámara ya era negra, pero podría ser menos atractiva simplemente usando una correa normal sin marca, y así lo hice gracias a MegaGear.

 

Una Actualización Merecida

 

Después de que anunciaran a su bestial GF100 y la todopoderosa X-Pro3, Fujifilm realmente tenía que hacer algo brillante e ingenioso para mantenerse a la par de semejantes hitos. De ahí, todas las ventajas que incorporaron en la X100V. El nuevo modelo fue una gran actualización de la versión T antes mencionada.

 

El modelo más nuevo de la serie X100 viene con un sensor APS-C X-Trans BSI CMOS 4 de 26.1MP, que es el mismo que se encuentra dentro de la X-Pro3 y la aún relevante X-T3. ¿No te encanta lo consistentes que son estos tipos? ¡Asombroso! Mismo sensor, diferentes propósitos.

 

Como era de esperarse, la cámara se comporta de una manera increíble en condiciones de poca iluminación y es capaz de disparar un par de fotogramas adicionales en modo ráfaga (11 frente a 8 del modelo anterior). Otra característica que me dejó sorprendido de esta cámara es el sistema de enfoque mejorado (que, para serles sincero, no era tan bueno en la X100T, lo que mi dio muchísimos problemas de enfoque posterior). La X100V presenta una ridícula cantidad de 425 puntos de detección, lo que hace que el área del sensor sea casi en su totalidad capaz de enfocar de manera precisa, incluso los bordes más externos del mismo. Y por último, pero no menos importante, ya me sentía cómodo (y hasta empoderado) al tener ± 3 EV en  X100T, pero esta maravilla tiene ± 5 EV...

 

Una de las cosas más impresionantes de esta cámara es que después de colocar el anillo adaptador AR-X100 y el filtro protector adecuado de 49 mm, se obtiene una cámara perfectamente sellada y a prueba del clima. Las versiones anteriores no estaban selladas, pero aún así se comportan bastante bien en condiciones climáticas moderadamente difíciles (ahora, se puede andar sin un paraguas en condiciones de lluvia intensa).

 

Ergonomía: Antes que Nada

 

Desde la pantalla abatible hasta el generoso visor electrónico. Desde el poderoso joystick, hasta la disposición de los botones y las perillas, esta cámara es una herramienta completamente diferente. No era fanático de las pantallas táctiles en las cámaras, hasta que comencé a jugar con la X100V. Sé que esto no es súper innovador, pero como tirador ocasional de TLR, sé cómo esto beneficia a la fotografía de calle, y las capacidades táctiles se traducen rápidamente en la mejor experiencia de enfoque que he tenido en mi vida hasta este día.

 

Más allá de colocar una cámara dentro de nuestros ojos, no hay mejor manera de lograr fotografías cándidas que cuando se dispara desde la cadera con una pantalla abatible. Entonces, sí, esta podía haber sido la única mejora de todo el sistema X100T, y todavía sería una tremenda mejoría.

 

El Legado de un Gran Lente

 

Muchas personas han estado preguntando a lo largo de los años que si la X100 podría ser capaz de intercambiar lentes. Y afortunadamente, Fuji volvió a decir que "no" a esa solicitud. Algo como eso, cortaría la belleza de esta cámara, y para todas las personas que solicitan ese tipo de "mejora", pues ahí tienen a la X-Pro3 y la XT-4 (incluso la XT-3) para satisfacer su petición.

 

El lente Fujinon 23 mm f/2 (equivalente a 35 mm) es más o menos el mismo, pero tiene un diseño óptico nuevo, con ocho elementos y seis grupos, y lo mejor de todo, dos elementos esféricos que prometen una reducción considerable tanto de aberraciones como distorsiones (que francamente no se notaban en condiciones regulares en los modelos anteriores, pero bueno...).

 

Gracias a ese diseño inteligente, esta cámara es perfecta para usarla todos los días, e incluso en tareas serias que van  desde bodas hasta reportajes fotográficos. Casi cualquier género fotográfico que podría beneficiarse con la obtención de marcos más sinceros, ofrece campo para esta increíble pieza de tecnología.

 

Si necesita un encuadre más amplio o de capturar retratos de manera más tradicional, siempre se pueden  utilizar los lentes de conversión WCL-X100 II y TCL-X100 II, respectivamente. Estas herramientas, transforman literalmente el 35mm fijo (equivalente) a 28mm o 50mm (equivalentes) respectivamente. Simplemente no hay que olvidar decirle a la cámara que se ha conectado alguno de ellos antes de disparar, porque la cámara no los reconocerá como un objetivo normal, ya que se enroscan tal y como lo hacen los filtros (o cómo se conectaban los lentes a los cuerpos de la cámara a principios del siglo XX).

 

El Discreto Aspecto del Neopreno

 

Hacer fotos de calle bajo la lluvia siempre es bueno, y con una cámara tan resistente, cualquiera podría pensar en prescindir del estuche, pero todavía necesito proteger mi cámara de mis propios descuidos. A principios de este año, antes de toda esta situación de encierro, estaba constantemente rodeado de lluvia, por lo que sabía que el cuero no era lo mejor opción para dichas condiciones climatológicas. Por ello, decidí comprar un estuche de neopreno ultra ligero de MegaGear (negro, por supuesto), y todo funcionó de maravilla para mi amada Fuji X100V.

 

Frente a la Nueva Normalidad

 

A medida que las cosas comienzan a calmarse lentamente en algunas ciudades, las capacidades de fotografiar en las calles comienzan a ver de nuevo la normalidad. La sociedad ha cambiado para siempre, pero nuestra fotografía no debería sufrir. El uso de una pequeña cámara compacta cambió mi fotografía para siempre hace un par de años; y ahora que este sistema de lentes fijos se ha convertido en parte de mi corporalidad, sé que es hora de adoptar esta nueva normalidad de una manera más creativa y segura.

 

Estoy evitando el transporte público tanto como puedo, camino cada vez más a medida que pasan los días, y mi cámara se ha convertido en mi mejor compañera después de los guantes de látex y las mascarillas. Debo reconocer que nunca antes había probado la fotografía de paisajes en mi vida, pero lo estoy considerando mucho. Y aunque sé que hay formas más sofisticadas de hacerlo (tal vez el monstruo de formato medio antes mencionado, o tal vez una buena cámara sin espejo), quiero comenzar a abrazar la naturaleza con mi pequeña Fuji X100V de aquí en adelante. El distanciamiento social ha demostrado ser la mejor manera de mantenerse saludable durante estos días de Coronavirus, y tal vez las imágenes de paisajes podrían ser una buena manera de mantener el ojo ejercitado.

 

Hagas lo que hagas, recuerda mantenerte a ti mismo y a tus cámaras más seguras que nunca.

 

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